China asumirá nuevos compromisos asociados a su política de tipo de cambio como parte del comunicado oficial del Grupo de los 20, según un funcionario estadounidense familiarizado con el tema. Esto afectara de manera importante a las relaciones comerciales con otros países y por supuesto a las exportaciones a China.

«Habrá un lenguaje ligeramente nuevo sobre China y el tipo de cambio», dijo el funcionario.

Desde 2008, Estados Unidos ha estado presionando a China para que se mueva hacia un tipo de cambio más basado en el mercado. «Es un tema que ha involucrado mucho trabajo duro de nuestra parte», comentó el oficial estadounidense.

China ha permitido que su divisa, el yuan, se aprecie hasta cierto punto, pero muchos economistas opinan que la moneda sigue significativamente devaluada.

Los críticos de su política cambiaria afirman que China manipula su divisa para que su economía basada en exportaciones tenga ventaja en el comercio mundial. China, por su parte, ha argumentado que su política monetaria es necesaria para mantener la «estabilidad social». Recordamos la tramitación de hace pocos días en EEUU de una ley impulsada por los republicanos que obligaría al gobierno de Obama a denunciar a Pekín por manipular su divisa.
La tesis republicana es que las autoridades chinas mantienen artificialmente bajo el cambio del yuan, lo que favorece la competitividad de las exportaciones chinas. Durante los primeros ocho meses del año el precio medio de las exportaciones ha aumentado un 10,3%, pero en determinados productos la subida ha sido mayor. Los productos textiles y prendas de vestir se han encarecido un 24,7% y los zapatos un 18, 5%.
Las exportaciones chinas han aumentado en el mercado asiático. Los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) se han convertido en 2011 en el tercer mercado para las exportaciones chinas, con un volumen de comercio de 234.610 millones de dólares.
Las exportaciones a economías BRIC como Rusia, Brasil, India y Sudáfrica también ha crecido.