El consumo de vino embotellado aumenta un 54% en Sudáfrica y crece un 10% por año.
El mercado del vino despierta en Suráfrica, especialmente el consumidor de vinos tintos. El crecimiento del consumo de vino ronda el 10% en los últimos años.
El número de consumidores de vino embotellado de Sudáfrica puede eclipsar la de brandy en los próximos tres años, según un reciente informe publicado por Business Intelligence Analytix, el cual destaca el creciente número de consumidores de vino tinto entre 2007 y 2011, reflejando como el sólido crecimiento en el sector del vino en botella ha eclipsado el de la industria de aguardientes locales, que se encuentra estancada. Según este informe, el sector del vino embotellado ha experimentado en los últimos años un aumento del 54% pasando de 2,1 millones de consumidores en 2007 a 3,2 millones de consumidores en 2011.
Esto supone que, del total de población mayor de 16 años en Sudáfrica, 33.150.688 de personas, un 9’7% son ya consumidores de vinos embotellados, tres puntos porcentuales por encima que hace cinco años.
Por su parte, el porcentaje de consumidores de brandy sobre el total de la población potencialmente consumidora ha caído casi dos puntos en ese periodo, hasta suponer el 12%.
Con estos datos, el consumo vinícola ha ido creciendo a un ritmo anual del 10%, mientras que el sector del aguardiente perdía un 8% de consumidores cada año, pasando de 4,3 millones de consumidores en 2007 a poco menos de 4 millones en 2011.
Al ritmo actual, Business Intelligence Analytix BI, predice que el número de consumidores de vino embotellado superará a los consumidores de brandy para el año 2014.
Algo de historia:
Los orígenes del vino en Sudáfrica se remontan al siglo XVII. Abastecia a los barcos de la Compañía Holandesa India Oriental que paraban en Ciudad del Cabo con dirección a otros puntos de África, Asia e India, el pionero Jan van Riebeeck decidió comenzar el cultivo de uvas en Ciudad del Cabo. Trajo parras de España, Francia o Alemania.
Siete años después comenzaron a prensar las uvas de aquellas parras procedentes de España, Francia y la ribera del Rin. Más de 350 años de experiencia. Suráfrica era entonces un lugar de paso para los barcos holandeses, una base estratégica donde las mareas del océano Atlántico y del Índico se fundían. La belleza natural de la Península del Cabo la ha convertido en un gran destino.