Quien hace las preguntas marca el devenir de la conversación, la dirige. Tenemos que estar atentos a lo que el interlocutor nos dice pero primero debemos hacer las preguntas idóneas, ¿No es así?

Si llevas el control de la conversación, sabrás cuando estas en disposición de cerrarla. Necesitas tener el control de la conversación cuando se trata de vender. Pero antes has debido de abordar temas importantes para el cliente, de manera que este conozca suficiente el producto y los beneficios que le aportan tanto el producto como tú. Para esto habrás tenido que entender su negocio y sus necesidades. Para poder hacer esto has tenido primero que hacer las preguntas necesarias y luego escuchar. Has mantenido el control de la conversación. La has llevado por donde querías, no te has perdido en comentarios inútiles y no has tenido miedo de preguntar las veces que haga falta, si quieres entender bien a tu cliente debes preguntar las veces necesites hasta que conozcas tanto su negocio y como a él. Escucha lo que tiene que decir y deja que esto le lleve a la siguiente pregunta. Y luego escucha un poco más. Pero siempre controla hacia donde va la  conversación. Una vez que sepas con quien hablas y por que estás con él , podrás vender tu producto.

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