El concepto de ventaja se refiere a cualquier característica de la empresa que la diferencia de otras y la coloca en una posición relativa superior para competir. Por tanto, una empresa tiene una ventaja competitiva frente a otra cuando posee ciertas características que no tiene la otra o que ésta las tiene a niveles inferiores. Da igual por lo tanto que sea a nivel nacional o internacional.
Para que una característica empresarial pueda ser considerada como ventaja competitiva debe reunir los tres requisitos siguientes:
• Necesita estar relacionada con un factor clave de éxito en el mercado.
• Debe ser suficientemente sustancial como para suponer realmente una diferencia.
• Debe ser sostenible frente a los cambios del entorno y las acciones de la competencia. Si bien conviene recordar que a largo plazo todas las empresas y sus ventajas pueden ser atacadas.
Las anteriores características sólo constituyen una ventaja competitiva si se traducen en una mayor rentabilidad para la empresa. Así, el concepto de ventaja competitiva nos remite necesariamente al concepto de rentabilidad o de creación de valor. De esta manera, ninguna característica diferenciadora de una empresa constituye una ventaja competitiva si no proporciona una rentabilidad adicional. Por el contrario si una empresa puede tener acceso a una tecnología antes que sus competidores, si es una ventaja competitiva. Ejemplo: Si un Dr. Se forma en EEUU y aprende una técnica quirúrgica antes que sus colegas en su país, este Dr tendrá una ventaja competitiva hasta que los demás aprendan la técnica, adquieran la experiencia que tiene él o surga una técnica mejor que le desbanque.
En el caso de Exportación, si una empresa puede producir, por ejemplo, vino sin alcohol tiene una ventaja para vender en los países Arabes. La rentabilidad viene dada de poder acceder a mercados donde los demás no pueden, vendiendo a si más.
Una ventaja competitiva puede tener su origen tanto en aspectos externos como internos de la empresa. Respecto al origen externo, se puede llegar a afirmar que, a medida que en una industria se produzca un mayor número de cambios en los factores que la caracterizan y el alcance de estos cambios sea mayor, mayores serán las posibilidades de conseguir ventajas competitivas. En un mercado en el que apenas hay cambios la ventaja competitiva se vera igualada en algún momento, mientras que en un mercado cambiante la posibilidad de renovar o sustituir la ventaja competitiva es mayor. Volviendo al ejemplo anterior: si un Dr pertenece a una especialidad donde apenas hay avances tarde o temprano otro Dr. conocerá dicha técnica, si bien su especialidad es muy activa tendrá muchas opciones de renovar dicha ventaja.