Ya nadie duda de que estamos en la era del marketing. Su uso es tan habitual, que muchas veces, ni siquiera nos paramos a pensar qué significa y para qué sirve. Si tuviéramos que hacer referencia a lo que los estudiosos dicen sobre el marketing, podríamos decir que “Marketing es un sistema total de actividades mercantiles, encaminado a planear, fijar precios, promover y distribuir productos y servicios que satisfacen las necesidades de los consumidores potenciales”.
En esa definición residen las 4 P’s del Marketing: Product (definir las características de nuestro producto o servicio), Price (establecer por cuánto lo vamos a vender), Placement (definir cómo lo vamos a distribuir) y Promotion (cómo lo vamos a dar a conocer).
Más allá de esta visión, que queda algo teórica y anticuada, es mucho más práctico definir el marketing como “Cualquier acción que tu empresa haga por mejorar sus ventas y su relación con el cliente”. Dicho de un modo más amplio, marketing es toda acción que la empresa lleva a cabo en relación con su mercado (clientes, proveedores, competidores, consumidores, inversores y distribuidores). Y también, por cualquier canal: offline y online. Por tanto, el marketing no está pensado sólo para las grandes empresas. Sirve para todo tipo de organización: para grandes, pequeños, pymes, micropymes y autónomos…
No obstante, hoy en día aún podemos encontrar en ciertos sectores, empresas y profesionales una percepción equivocada sobre el marketing, considerado por muchos como un servicio poco útil. Nada más lejos de la realidad: el objetivo primordial del marketing es mejorar las ventas y captar nuevos clientes. Sin embargo, aquellos directivos que no conocen bien cómo utilizarlo, suelen reducir este departamento o incluso prescindir de él. Craso error.
Para que sea efectivo, el marketing necesita dedicación, continuidad, un plazo razonable de tiempo y acción. Es imprescindible dedicar tiempo y recursos al área de tu empresa que te puede proporcionar ingresos y nuevos clientes. Pero muchas veces el empresario no cuenta con un buen plan de marketing ni tiene todas las acciones estructuradas. Quizá porque le da pereza hacerlo o encargarlo a una buena asesoría externa que le oriente y le diga cómo tiene que ser su marketing y las acciones de marketing que debe llevar a cabo.
Para que el marketing de una empresa sea efectivo, se necesita tener en cuenta una serie de claves:
– Siempre debe estar enfocado hacia el cliente: debemos dedicar esfuerzos a conocerlo y a saber qué quiere y cómo lo quiere.
– El consumidor ahora es el centro, está dotado de todo el poder. Cuidado con el marketing online, es tan importante como las acciones que llevemos a cabo offline.
– Conoce a tu cliente potencial. Analiza quién es, dónde está, cuántos son, qué beneficios o necesidades buscan cubrir con tu producto o servicio y, sobre todo, cuál es su motivación en el momento de compra.
– Procura que tu producto o servicio añada valor. Diferénciate en calidad y servicio.
– Analizar el retorno de la inversión de marketing (ROI).
– Analiza bien todas las herramientas de marketing y utiliza las que te parezcan más adecuadas. Si alguna no funciona, no desistas, prueba con otras. En el marketing, 2+2 no siempre son 4.
Si eres capaz de desarrollar una buena estrategia de marketing en tu empresa, tendrás mucho camino adelantado para conseguir más ventas y fidelizar clientes. Si no eres capaz de hacerlo, quizá necesites de asesores expertos que lo hagan por ti. La empresa que hoy no invierte en marketing o no sabe para qué sirve, comete un grave error. Si tiene una empresa, piénsalo y si necesitas ayuda, consúltanos.